PREGUNTAS FRECUENTES
Es normal tener algunas preguntas acerca de cómo funciona este sistema y qué aspectos deben tenerse en cuenta para su instalación y mantenimiento. Por ello, hemos preparado esta sección de preguntas frecuentes para ayudarte a entender mejor el servicio de instalación de riego automático.
Contratar un servicio de riego automático puede mejorar la salud de sus plantas, ahorrar tiempo, esfuerzo y dinero, y contribuir al uso responsable del agua. Es una inversión que puede transformar su paisaje en un espacio más hermoso y eficiente en términos de recursos hídricos.
El tiempo de instalación varía según el tamaño del jardín y la complejidad del sistema. En general, puede tomar desde uno hasta varios días, sin embargo, el promedio es de 5 días hábiles.
El costo de instalar un sistema de riego automático en un jardín varía según el tamaño, el diseño y las características del terreno.
En promedio, para un jardín pequeño a mediano, el rango de costo podría estar entre $500.000 y $1.500.000 pesos chilenos, incluyendo componentes y trabajo de instalación. Los sistemas más avanzados con características como sensores de humedad pueden ser más costosos.
A pesar de la inversión inicial, un sistema eficiente puede ahorrar tiempo, agua y mantenimiento a largo plazo.
Los sistemas necesitan inspecciones regulares para asegurarse de que las tuberías estén en buen estado y los aspersores funcionen correctamente. También se debe ajustar la programación según las estaciones.
Un sistema básico generalmente incluye tuberías, aspersores, válvulas y un controlador. Los costos pueden aumentar si se incorporan sensores de humedad u opciones avanzadas de programación.
Los sistemas de riego automático se programan mediante un controlador. Puedes establecer horarios, duraciones y frecuencias de riego según las necesidades de tus plantas y las condiciones climáticas propias del lugar.
La vida útil depende de la calidad de los componentes y el mantenimiento. En promedio, un sistema bien cuidado puede durar entre 10 y 15 años.
Sí, la mayoría de los sistemas necesitan electricidad para operar el programador de riego. Sin embargo, existen programadores autónomos que funcionan por medio de batería para áreas sin acceso a energía.